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Las golosinas siempre son uno de los productos favoritos de los niños, aunque muchos adultos también las disfrutan. Por eso, siempre hay quien está dispuesto a aprender a preparar caramelos caseros de alguna clase. Existen golosinas de todo tipo y, si todo el mundo tiene claro que la base de los caramelos es el azúcar, todavía hay quien duda acerca de la composición de las gominolas. Lo cierto es que, en la actualidad, es posible preparar gominolas caseras de forma sencilla y, si las preparamos con aceite de oliva, el resultado será diferente y muy especial. ¿Te animas a probarlas? En ese caso, ve tomando nota, porque vamos a darte una receta de gominolas con la que te vas a chupar los dedos.
Como comprobarás, esta receta de caramelos resulta muy sencilla, así que no debería llevarte mucho tiempo. Comenzaremos hidratando la gelatina: para ello, coloca las láminas en agua y mantenlas así durante un cuarto de hora, aproximadamente. Pasado ese tiempo, podemos escurrir las láminas. También las exprimiremos un poco para quitar el exceso de agua.
Ahora vamos a preparar el almíbar. Solo necesitamos llenar una cacerola con los 100 mililitros de agua, añadir el azúcar y ponerlo todo a fuego lento. Si aquí agregamos un poco de hierbabuena, nuestras golosinas gozarán de un aroma extra que les vendrá muy bien.
Además de los otros ingredientes, también verteremos la gelatina en la cacerola y removeremos un poco para que se vaya disolviendo. Eso sí, llegados a este punto, hemos de vigilar que el agua no llegue a hervir, ya que ese será el momento en el que apartemos la cacerola del fuego.
Una vez hecho todo esto, procederemos a meter la mezcla en un bol, y este bol lo colocaremos en otro recipiente más grande lleno de hielo. Lo pondremos en un lugar en el que podamos trabajar con comodidad, puesto que el siguiente paso es importante.
Llegados a este punto, vamos a incorporar el aceite de oliva virgen extra. Lo haremos muy despacio, mientras batimos la mezcla. La idea es conseguir que todo ligue, pero sin que llegue a cuajar. Cuando haya espesado lo suficiente, podemos poner el resultado en una bandeja con papel de horno o en moldes no muy grandes. Sea como sea, lo cubriremos todo con papel film y lo meteremos en la nevera.
Pasadas unas dos horas, ya podremos sacar nuestras gominolas del frigorífico para desmoldarlas. Si hemos escogido colocar la mezcla en una bandeja o en un recipiente similar, la cortaremos en porciones cuadradas o rectangulares del tamaño que más adecuado nos parezca.
Un último truco, antes de servirlas, será rebozarlas con azúcar. Si deseamos que parezcan de pastelería, podemos sustituir el azúcar convencional con una mezcla de fécula de maíz y azúcar de vainilla. Ahora solo quedará servirlas en un plato, en un bol o como decoración para un pastel. Sea como sea, ¡verás como tus invitados no dejan ni una!
Ingredientes
Para elaborar estas deliciosas golosinas caseras solo necesitarás lo siguiente: