Un estudio encargado por Aceites de Oliva de España dará luz sobre el grado de implantación y conocimiento sobre la medida
Se constata en un avance de resultados que el 86% de los consumidores desconoce los detalles de la norma
Han pasado más de dos años y medio desde la puesta en marcha de la norma sobre presentación de los aceites de oliva en salas de hostelería, que obliga a los profesionales a presentar a sus clientes estos aceites en envases debidamente etiquetados y dotados de un tapón irrellenable, o bien en formato monodosis, con un cierre que pierda su integridad tras el primer uso. El sector del aceite de oliva considera que se trata de un periodo más que suficiente para que la sociedad haya asumido la norma, más si cabe cuando redunda en beneficio del consumidor. No obstante, ha podido comprobar que aún existen establecimientos de nuestro país que no cumplen con los preceptos que fija el Real Decreto.
Es por esa razón que la Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha encargado un estudio para tratar de conocer los motivos por los que la implementación no se ha consolidado en la totalidad de los casos. El estudio, que contará con la participación de más de 3.000 consumidores y profesionales de la hostelería, ya nos ha ofrecido algunos datos esclarecedores, que apuntan a que una parte importante de los incumplimientos se puede achacar a una falta de conocimiento. Y eso a pesar de que la sociedad en su conjunto es conocedora en un alto porcentaje de la existencia de esta norma. El 68,8% de los consumidores encuestados responden afirmativamente a la pregunta: “¿Sabe si existe una norma que obliga a los establecimientos de hostelería y restauración a utilizar envases no rellenables o monodosis para el aceite de oliva que pone a disposición de sus clientes?”. El nivel de conocimiento es mayor entre los hosteleros, el 91,7% aseguran conocer que la existencia de normativa a este respecto.
Pero cuando entra en confirmar el grado de conocimiento de los detalles de la norma (tapón irrellenable y/o monodosis debidamente etiquetados en los aceites de oliva o las normas que rigen para el resto de aceites) el grado de conocimiento de ambos colectivos deja mucho que desear. De hecho, tan solo el 13,8% de los consumidores tiene conocimientos, al menos parciales, sobre la norma. El resto, directamente desconocen cómo debe aplicarse. Los hosteleros salen algo mejor parados, pero no mucho más, con un 44,8% que demuestran que conocen, aunque de forma parcial, el contenido del Real Decreto.
Parece más que evidente que si queremos que la sociedad asimile plenamente esta norma es necesario poner en marcha acciones informativas. Acciones como las que la propia Interprofesional del Aceite de Oliva Español puso en marcha en 2014 con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Por lo que el sector del Aceite de Oliva está trabajando para poner en marcha nuevas acciones de información.