Se acerca el Día de los Muertos, una celebración de gran tradición y la más representativa de nuestra cultura. Son días de honrar a nuestros difuntos: el día 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos.
Les preparamos hermosos altares con diversas ofrendas donde colocamos sus objetos, su música, y su comida y bebida favorita y donde no puede faltar el pan de muerto y las coloridas flores zempaxochitl.
Durante estos días nuestros muertos nos visitan y esto es motivo de celebración y fiesta familiar. Nos reunimos, les recordamos y disfrutamos de los platos preparados para la ocasión. Uno de los más representativos de nuestro país, es el delicioso y sabroso pozole. Considerado una de las ‘obras maestras’ de nuestra gastronomía desde la época prehispánica.
Hoy, vamos a honrarles cocinando para ellos este majestuoso platillo, donde no falta el maíz, la carne, nuestros chiles y el Aceite de Oliva de España, que aparte de darnos ese toque de aroma tan especial y único, gracias a sus cualidades organolépticas (olor, color y sabor) y su capacidad antioxidante, lo convierten en el mejor de los aceites tanto para uso gastronómico como para la salud.
Madruguemos y cocinemos muy lentamente este delicioso pozole que nos acercará aún más el recuerdo de nuestros seres queridos.
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