Tanto durante el verano como a lo largo del año escolar, seguir una serie de rutinas y de hábitos en la alimentación es recomendable para los más pequeños de la casa. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), recomienda que los niños no descuiden la merienda que debe suponer entre el 10 y el 15% de la ingesta energética diario. Por esa razón, vamos a facilitarte algunas recomendaciones con las que no solo podrán variar de menú, sino que además disfrutarán como nunca de una merienda saludable y deliciosa.
Bizcocho de zanahoria
El bizcocho de zanahoria es una alternativa a la bollería industrial muy interesante para los niños. Se trata del tradicional carrot cake que puedes encontrar en todo tipo de pastelerías, y que es muy fácil de preparar. Solo necesitas 90 gramos de harina, entre 100 y 150 gramos de zanahoria, dos huevos, 100 gramos de azúcar, 50 mililitros de aceite de oliva virgen extra de España y 10 gramos de levadura.
Si tienes experiencia realizando bizcochos, ya sabes qué debes hacer. Mezcla los ingredientes húmedos, por un lado, la harina y la levadura por el otro, y luego júntalo todo. Incorpora las zanahorias ralladas, remueve la mezcla y colócala en un molde previamente engrasado. Hornea el resultado durante 40 minutos a 180ºC, y obtendrás un estupendo bizcocho.
Yogur con chocolate y aceite de oliva
Esta opción no es muy conocida, pero es una gran alternativa. Su preparación, además, es rápida y sencilla. Solo tienes que elegir un yogur, a poder ser descremado, y echar por encima trocitos de chocolate y una cucharadita de aceite de oliva virgen extra de España. En verano, o para darle un toque más especial, puedes convertir esta merienda en un helado. Solo necesitas congelar el yogur, y luego rallar el chocolate por encima.
¿Tu hijo ya come suficiente chocolate? No hay problema. El yogur con aceite de oliva de España también combina a la perfección con la fruta. El kiwi y la granada son excelentes opciones, aunque los arándanos también son muy socorridos. Otra solución es añadir algunas nueces o copos de avena.
Bocadillo de queso
El bocadillo lleva muchos años siendo el rey de las meriendas, y el de queso es todo un clásico. Se trata de una opción que saciará al niño cuando vuelva hambriento de la escuela y que le aportará la energía suficiente para jugar o hacer deporte. Para prepararlo solo vas a necesitar pan, el queso que más le guste, y una cucharadita de aceite de oliva virgen extra de España. Un truco para aportar más sabor puede ser agregar algo de tomate o una loncha de pavo.
Tostada de aguacate
La tostada de aguacate es una combinación ganadora, especialmente si tu niño no teme probar cosas nuevas o es un amante del guacamole. Además, tal como ocurre con el bocadillo, se trata de una merienda muy energética. Para prepararla, pues, solo necesitarás una rebanada de pan –mejor si es integral–, un aguacate maduro, aceite de oliva virgen extra de España y una pizca de sal.
El primer paso, como es obvio, será tostar el pan. Luego deberás pelar el aguacate, machacarlo con un tenedor y extenderlo sobre la tostada. Por último, añade una pizca de sal y una cucharadita de aceite de oliva virgen extra de España. ¡Seguro que tu hijo te pedirá más!
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