Una duda que te asaltará como madre es cuándo debes dejar el periodo de lactancia para comenzar con purés y potitos. Según la Organización Mundial de la Salud, los bebés deben alimentarse exclusivamente con leche materna o leche de iniciación hasta los seis meses.
Es a partir de los seis meses cuando se recomienda que empieces a dar a tu bebé alimentos complementarios como purés y papillas espesas, pero sin abandonar la leche hasta los 24 meses, de forma que el cambio sea progresivo.
Este paso supone una transición muy importante por lo que debe ser supervisado por un pediatra. Los alimentos que hay que dar a los lactantes deben ser apropiados y seguros, para que, de este modo, garanticen los nutrientes necesarios.
Uno de estos nutrientes que debemos dar en este periodo son las grasas. La dieta diaria de tu bebé necesita entre 10 y 20 gramos de contenido graso. Y la mejor grasa tanto para los bebés, como para los adultos, es el Aceite de Oliva Virgen Extra, un alimento que contiene ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado con numerosos efectos beneficiosos para la salud. Incluso, estudios científicos han probado su valor como complemento a la leche materna para aumentar el peso de los neonatos, especialmente en aquellos que están bajos de peso.
Por ello, si queremos incluir este producto en su dieta, nada mejor que hacerlo en un delicioso potito. A la hora de prepararlo debemos tener en cuenta que las hortalizas o verduras que vayamos a utilizar es mejor no comprarlas ya cortadas, ya que han podido perder parte de sus propiedades. En cuanto a las frutas, recuerda no añadirles azúcar, la propia fruta ya tiene fructosa, que es un tipo de azúcar. Una vez elaborado, si no se va a consumir en las primeras 24 horas es mejor congelarlo directamente. Para ello, lo mejor es ponerlo en un bote de cristal con tapa previamente esterilizado y esperar a que el puré esté frío antes de meterlo en el congelador.
Presta atención al ejemplo que te proponemos: – Puré de calabaza y manzana –
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